La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), encargada de la defensa de la libertad de prensa en el mundo, ha anunciado este martes que ha interpuesto una denuncia por crímenes contra la humanidad contra el Príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman, y otros cuatro altos funcionarios saudíes, en el tribunal de Karlsruhe, en Alemania. La noticia llega días después de que Estados Unidos publicara un informe revelando que Bin Salman aprobó el plan de asesinato del periodista Jamal Khashoggi, descuartizado en el consulado saudí de Estambul en octubre de 2018.
Los acusados son Bin Salman, el Príncipe heredero de Arabia Saudí; Saud Al-Qahtani, uno de los consejeros mas cercanos a Bin Salman, instigador de la política de persecución contra periodistas en Arabia Saudí; Ahmad Mohammed Asiri, funcionario de inteligencia y sospechoso de haber supervisado el asesinato de Khashoggi; Mohammed Al-Otaibi, el cónsul saudí en Estambul cuando se produjo el asesinato, y Maher Abdulaziz M. Mutreb, el funcionario saudí que lideraba el escuadrón que asesinó a Khashoggi.
La denuncia de RSF pone de relieve las violaciones contra los derechos humanos que Arabia Saudí comete contra los periodistas, detallando casos de «homicidio intencionado, tortura, violencia y coacción sexuales, desaparición forzada, privación ilegal de la libertad física y persecución» que se producen en el Reino. En concreto, la organización justifica su medida legal con los casos de 35 informadores que han sufrido hostigamiento y cárcel por hacer su trabajo, sobre todo si se han atrevido «a hablar públicamente en contra del Gobierno saudí».
Jurisdicción universal
«La ley alemana permite algo que solía hacer antes la Audiencia Nacional española: juzgar, con la jurisdicción universal, delitos relacionados con la violación de derechos humanos. En el caso de Khashoggi, ha quedado claro que el Gobierno saudí estuvo implicado en el asesinato», señala Alfonso Armada, presidente de la sección española de RSF. «No es un camino fácil, pero es necesario. Los derechos humanos están por encima de fronteras y legislaciones nacionales», explica.
«El asesinato se hizo con una crueldad y alevosía extremas, y parece inconcebible que algo así se pueda planificar y ejecutar sin consecuencias», añade Armada. Para el presidente de la sección española, la condena hace menos de una semana de Eyad al Gharib, condenado por un tribunal alemán por haber participado en la tortura y encarcelamiento de al menos 30 manifestantes contra el régimen de Bashar Al Assad, sienta un precedente esperanzador.
Además de Khashoggi, uno de los casos más conocidos es el del periodista saudí Raif Badawi, cofundador de la web Liberl Saudi Network, un espacio para el debate abierto y plural. Badawi fue detenido bajo la acusación de haber «ofendido al islam» en junio de 2021. En 2014, fue condenado a diez años de cárcel, 1.000 latigazos y 200.000 euros de multa.
Tomado del periódico de ABC
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